sábado, 27 de octubre de 2012

Acto de despedida de la Cónsul de Rumania



Zaragoza, 18/10/2012. (NOTA DE PRENSA DE LAS CORTES)- La vicepresidenta primera de las Cortes de Aragón, Rosa Plantagenet-Whyte, ha presidido esta tarde, en el Salón San Jorge del Palacio de La Aljafería de Zaragoza, el acto institucional de despedida de la cónsul de Rumanía en Zaragoza, Mioara Grigorescu, la responsable fundamental, en su opinión, "del grado de complicidad generado estos últimos años entre Aragón y Rumanía".
Plantagenet-Whyte ha abierto con su intervención un breve y emotivo acto al que ha asistido un centenar de personas, entre las que han destacado numerosos miembros de la Asociación del Cuerpo Consular de Aragón, encabezados por su decano, el cónsul honorario de Eslovaquía, Jean Paul Bastiaans, y el diplomático que sustituirá a la homenajeada, Alexandru Ion Steriu, además de destacados representantes del tejido social aragonés.  
La responsable parlamentaria, que ha desvelado que las primeras relaciones políticas documentadas entre España y Rumanía se establecieron en el siglo XV gracias a un convenio de colaboración rubricado por el monarca aragonés Alfonso IV y el príncipe de Transilvania Iancu de Hunedoara, ha ensalzado el trabajo realizado por Grigorescu en pos de un conocimiento y colaboración mutua entre las sociedades aragonesa y rumana.
En este sentido, ha hecho rereferencia a diferentes datos para refrendar sus palabras, como, "por ejemplo, que Aragón sea una de las siete comunidades autónomas que en el pasado curso escolar haya impartido en sus aulas Lengua, Cultura y Civilización de Rumanía”, o que más de 1.800 rumanos se encuentren afiliados a la seguridad social como autónomos en Aragón, "el número mayor entre ciudadanos extranjeros".
En la misma línea, la vicepresidenta de la Cámara aragonesa ha recordado que “cerca de un cuarenta por ciento de la población extranjera que reside en Aragón procede de Rumanía, lo que significa un total de 68.000 personas, lo que sin duda supone que Aragón se ha convertido en un destino preferente para la población rumana que, además, y ahí la cónsul ha jugado un papel fundamental, se siente como en casa”.
En el afectuoso acto de despedida celebrado en las Cortes de Aragón, Rosa Plantagenet-Whyte también se ha mostrado convencida de que los años de Grigorescu en Aragón han hecho de ella “una excelente embajadora de nuestra tierra”, un aspecto que seguirá difundiendo gracias a “su condición de diplomática”.
Por su parte, Bastiaans ha recordado "el tesón, la fuerza y la vocación de servicio" de Grigorescu durante el desempeño de sus funciones en tierras aragonesas, a la vez que le ha deseado "mucha suerte" en sus futuros desafíos profesionales. Por último, ha sido la propia Grigorescu la encargada de cerrar el acto con una emotiva intervención en su idioma natal en la que ha agradecido todas las muestras de apoyo y reconocimeinto hacia su trabajo, "y al de todos mis compatriotas que han elegido Aragón para convertirlo en su segunda casa".